Recetas de postres para diabéticos
Podrás encontrar aquí algunas recetas que te permitirán disfrutar de deliciosos postres sin tener que preocuparte por tú salud.
Noticias sobre dieta
Siete hospitales españoles han llevado a cabo un estudio con diabéticos que demuestra que una nueva dieta basada en el consumo de unas proteínas determinadas es más eficaz que la convencional.
Nosotros
Somos una empresa dedicada a la creación de bocadillos creados con dulces pero con la sensibilidad de ser creadas directamente a un público objetivo, los cuales son las personas que sufren de diabetes...
sábado, 28 de septiembre de 2013
Chocolates en Mistura para Diabéticos
11:34
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Chocolates para diabéticos en Mistura 2013
La feria Gastronómica Internacional Mistura 2013, abre sus puertas a las personas que padecen de diabetes, trayendo a este publico los deliciosos chocoles para diabeticos.
Este producto es de tipo natural, ozea que no alterará en nada el nivel de glucosa en la sangre y perimitirá a las personas que degusten de estas magnificas golosinas sin sufrir afecciones.
Estos chocolates son llamados Daida, y estan elaborados de cacao puro, combinado con endulzados con Stevia, un tipo de edulcorante que es totalmente natural y que no genera problemas estomacales, como los edulcorantes químicos.
Su creación está orientada a cubrir una demanda insatisfecha en el mercado, considerando la alta incidencia de la diabetes en el país y escasa oferta de alternativas.
Este producto es de tipo natural, ozea que no alterará en nada el nivel de glucosa en la sangre y perimitirá a las personas que degusten de estas magnificas golosinas sin sufrir afecciones.
Estos chocolates son llamados Daida, y estan elaborados de cacao puro, combinado con endulzados con Stevia, un tipo de edulcorante que es totalmente natural y que no genera problemas estomacales, como los edulcorantes químicos.
Su creación está orientada a cubrir una demanda insatisfecha en el mercado, considerando la alta incidencia de la diabetes en el país y escasa oferta de alternativas.
Producto Natural apto para Diabéticos
11:23
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Lima, set. 28 (ANDINA). Un producto natural apto para diabéticos, que no altera el nivel de glucosa en la sangre y que les permite a estas personas disfrutar de un buen chocolate sin afectar su salud, se ofrece en la quinta edición de la Feria Gastronómica Internacional Mistura 2012.
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Foto: ANDINA.
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Los chocolates Daida están elaborados con cacao puro y son endulzados con Stevia, edulcorante natural totalmente inocuo para la salud, que no causa problemas estomacales como los de tipo químico.
Su creación está orientada a cubrir una demanda insatisfecha en el mercado, considerando la alta incidencia de la diabetes en el país y escasa oferta de estas alternativas.
La idea de Aída Mino Vargas Machuca, emprendedora que inició su negocio a nivel familiar, es que las personas afectadas de diabetes tengan acceso a un producto absolutamente saludable, con fibra, proteínas, vitaminas y antioxidantes, óptimo para complementar la dieta diaria.
En algunas presentaciones de este producto se han adicionado semillas tostadas de sacha inchi o maní del Inca, una oleaginosa con alto contenido de antioxidantes, beneficiosos para el organismo humano.
El grano del que se produce la pasta de cacao y la mantequilla de cacao con que se elaboran estos chocolates es adquirido a productores de Tocache, lugar de donde proviene uno de los mejores cacaos del mundo, calificado así recientemente en el Salón del Chocolate en París.
Pronto, Daida comenzará a exportar estos chocolates para diabéticos a Francia; mientras que a España mandará su Higobon, un producto consistente en higos rellenos de trufa al pisco, bañados con chocolate amargo.
fuente: ANDINa, Agencia Peruana de Noticias
sábado, 21 de septiembre de 2013
Recetas de algunos postres para diabéticos
1:16
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1 comment
Postre Mousse de
limón bajo en azúcar
Esta vez les
dejaremos un postre para diabéticos, y se trata de un mousse de limón
casero.
Para hacer este mousse debemos tener estos ingredientes listos:
Para hacer este mousse debemos tener estos ingredientes listos:
- Jugo de 1 limón
- 1 sobre de postre de vainilla light
- 10g de gelatina sin sabor
- 1 clara de huevo
- 1 cda de esencia de limón
- 400cc de leche descremada
Para la
preparación solo debemos seguir estos pasos:
Colocamos la leche y el polvo de postre de vainilla en una cacerola pequeña y revolvemos hasta que el polvo se haya disuelto, a esto agregaremos también la gelatina sin sabor.
Por otra parte batimos la yema de huevo por tres minutos con batidora eléctrica y luego integramos ambas partes.
Colocamos la leche y el polvo de postre de vainilla en una cacerola pequeña y revolvemos hasta que el polvo se haya disuelto, a esto agregaremos también la gelatina sin sabor.
Por otra parte batimos la yema de huevo por tres minutos con batidora eléctrica y luego integramos ambas partes.
Ahora, solo nos
resta agregar la esencia de limón y continuar batiendo con batidora
eléctrica durante unos siete minutos a velocidad máxima hasta que la mezcla se
haya vuelto firme.
Una vez lo esté, colocamos en copas de postre o compoteras y llevamos a la heladera por al menos una hora antes de servir.
Una vez lo esté, colocamos en copas de postre o compoteras y llevamos a la heladera por al menos una hora antes de servir.
Gelatina
multicolor para cualquier tipo de diabetes
Esta vez les
mostraremos como realizar un postre para niños con diabetes, el mismo es
tan fácil de hacer que incluso podremos pedirles a los mismos que nos ayuden en
la cocina.
Para elaborar esta gelatina multicolor necesitamos:
Para elaborar esta gelatina multicolor necesitamos:
- 4 sobres de gelatinas de fruta sin azúcar
- 1 sobre de gelatina sin sabor
- 2 potes de yogurt descremado sin azúcar
- Cantidad de agua necesaria para cada gelatina
La elaboración
consta de los siguientes pasos:
Preparamos una de las gelatinas como normalmente se hace; es decir con agua caliente y revolviendo hasta que se disuelva, luego colocamos la gelatina todavía líquida en un recipiente apto para heladera alto. Cuando la primera gelatina esté sólida, haremos otra de un sabor diferente y la colocaremos por encima de esta, nuevamente llevamos a la heladera y esperamos que esté sólida.
Preparamos una de las gelatinas como normalmente se hace; es decir con agua caliente y revolviendo hasta que se disuelva, luego colocamos la gelatina todavía líquida en un recipiente apto para heladera alto. Cuando la primera gelatina esté sólida, haremos otra de un sabor diferente y la colocaremos por encima de esta, nuevamente llevamos a la heladera y esperamos que esté sólida.
Ahora, tomaremos
la mitad del paquete de la gelatina sin sabor y la prepararemos, cuando ya no
esté caliente la mezclamos con un pote de yogurt descremado, y
colocaremos encima de la segunda gelatina cuando ya esté sólida.
Cuando se haya solidificado la capa de gelatina sin sabor con yogurt, continuamos con las dos gelatinas de fruta restantes, tal como veníamos haciendo.
Cuando se haya solidificado la capa de gelatina sin sabor con yogurt, continuamos con las dos gelatinas de fruta restantes, tal como veníamos haciendo.
Budín de pan
casero para diabéticos
Realizar budín
de pan casero para diabéticos es una tarea bastante sencilla, para ella
solo necesitamos estos ingredientes:
- 1 paquete de polvo de flan de vainilla light
- 350g de miga de pan
- 800cc de leche descremada
- 2 fresas para decorar
Para la
elaboración:
Calentamos leche en una cacerola adecuada, y agregamos el polvo para flan de vainilla, debemos revolver el mismo hasta que hierva por primera vez, una vez lo haya hecho bajamos el fuego y seguimos revolviendo al menos dos minutos más.
Calentamos leche en una cacerola adecuada, y agregamos el polvo para flan de vainilla, debemos revolver el mismo hasta que hierva por primera vez, una vez lo haya hecho bajamos el fuego y seguimos revolviendo al menos dos minutos más.
Luego de esto,
retiraremos la cacerola del fuego y colocaremos esta mezcla en un recipiente y
en el mismo introduciremos las migas de pan, las mismas tienen que estar
desmenuzadas y sin ninguna parte dura del pan.
Cuando hayamos
colocado toda la miga, debemos esperar al menos diez minutos para que el pan
absorba líquido y que el recipiente esté a temperatura ambiente, luego llevamos
esta preparación a la heladera por al menos una hora, al retirar adornamos con
las fresas cortadas y llevamos a la mesa para servir.
Flan apto para
diabéticos con leche descremada
El flan es
un postre exquisito y por lo general cuando se es diabético, se tiende a
escapar a este tipo de platos, pero la realidad es que teniendo algunas
precauciones se puede preparar un flan apto para diabéticos.
Para elaborar uno debemos conseguir estos ingredientes:
Para elaborar uno debemos conseguir estos ingredientes:
- 1 bolsita de flan light
- ¾ litro de leche descremada
El
procedimiento es súper sencillo:
Colocamos el polvo de flan en una cacerola antiadherente y agregamos ahí mismo la leche. Con una cuchara de madera, revolvemos ambas cosas hasta que la leche se tiña de un color amarillento y no queden grumos.
Llevamos nuestra cacerola a fuego lento y revolvemos continuamente hasta que rompa el primer hervor, luego contamos unos dos minutos y retiramos del fuego.
Colocamos el polvo de flan en una cacerola antiadherente y agregamos ahí mismo la leche. Con una cuchara de madera, revolvemos ambas cosas hasta que la leche se tiña de un color amarillento y no queden grumos.
Llevamos nuestra cacerola a fuego lento y revolvemos continuamente hasta que rompa el primer hervor, luego contamos unos dos minutos y retiramos del fuego.
Para concluir, preparamos
una flanera o recipiente apto para heladera y colocaremos nuestro flan ahí
dentro. Antes de llevar a la heladera debemos dejar enfriar a temperatura
ambiente.
Edulcorantes: El mejor sustituto del azúcar
1:04
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Existen dos categorías básicas de edulcorantes o sustitutos de azúcar:
Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
La siguiente es una receta de la nutrióloga Sandra Woodruff para pacientes con diabetes, cuyo elemento principal es la zanahoria, vegetal que ha comprobado que cuenta con compuestos antioxidantes (moléculas que retardan el envejecimiento de las células), y gracias a su contenido en fibra asegura la función reguladora del intestino. Se sabe también que previene la formación de cálculos (piedras) renales, protege contra enfermedades arteriales y cardíacas, incrementa el número de glóbulos rojos y se encuentra en estudio su participación en el proceso de inhibición del cáncer.
Postres para diabeticos
Las personas que padecen de diabetes no pueden comer golosinas, chocolates y cualquir otro producto que contenga elevadas cantidades de azúcar. Sin embargo, investigaciones recientes señalan que las personas que padecen de diabetes pueden incluir en su dieta diaria pequeñas cantidades de azúcar siempre y cuando mantenga un buen control de su glucosa en la sangre.
Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina, sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina, sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
- Tipo 1. Se presenta en personas en las que la generación de insulina es escasa o nula; la mayoría de los pacientes con esta afección la desarrollan antes de los 30 años de edad.
- Tipo 2. Se origina cuando el páncreas continúa produciendo insulina, pero el organismo crea resistencia a sus efectos; generalmente aparece a partir de la tercera década de vida, y una de las causas principales es la obesidad.
Ahora bien, la
glucosa pertenece al grupo de los carbohidratos, nutrientes que deben estar
presentes siempre en el organismo, ya que además de proveerlo de energía,
permiten el "ahorro" de proteínas para construir y reparar los
músculos. Deben constituir aproximadamente 60% de la dieta diaria de cualquier
individuo, así se trate de mujeres embarazadas, niños, deportistas o personas
con diabetes; los carbohidratos se clasifican en:
Simples. Se caracterizan
por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y
pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se
dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas
fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa,
maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y
mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
El
mito de que las personas con diabetes no pueden comer dulces ni postres
está por venirse abajo, ya que investigaciones recientes señalan que
estos pacientes pueden incluir en su dieta cantidades moderadas de
azúcar y mantener un control adecuado de glucosa en sangre.
Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina (hormona generada por el páncreas), sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
Sobre este compuesto es importante aclarar que en su forma más pura contiene porciones de fibra (aportadas por la caña), y se le conoce como mascabado o morena, y su consumo representa doble beneficio al organismo, ya que permite tener mejor digestión y se absorbe en forma lenta, lo cual impide que los niveles de glucosa en sangre se incrementen rápidamente. Cuando este nutriente es sometido a proceso de refinamiento pierde toda la fibra, lo cual le resta sus propiedades digestivas y provoca que pase con mayor rapidez al torrente sanguíneo.
La nutrióloga Sandra Woodruff refiere en su libro Postres para diabéticos que si una persona sana debe limitar su consumo diario de azúcar a 50 gramos, es decir, 12 y media cucharaditas, para quienes padecen diabetes se recomienda la mitad, o sea, seis cucharaditas.
Lo que sugiere la especialista es aprovechar la dulzura natural de los alimentos sin necesidad de azúcar, como las harinas integrales, avenas, germen de trigo, frutas (enteras, en jugo y puré), vainilla, nuez moscada y productos lácteos bajos en grasa.
Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
- See more at: http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/diabetes/consejos-alimenticios/el-paciente-con-diabetes-si-puede-comer-postres.html#sthash.tI8aTa8O.dpuf
Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina (hormona generada por el páncreas), sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
- Tipo 1. Se presenta en personas en las que la generación de insulina es escasa o nula; la mayoría de los pacientes con esta afección la desarrollan antes de los 30 años de edad.
- Tipo 2. Se origina cuando el páncreas continúa produciendo insulina, pero el organismo crea resistencia a sus efectos; generalmente aparece a partir de la tercera década de vida, y una de las causas principales es la obesidad.
Ahora bien, la glucosa pertenece al grupo de los
carbohidratos, nutrientes que deben estar presentes siempre en el
organismo, ya que además de proveerlo de energía, permiten el "ahorro"
de proteínas para construir y reparar los músculos. Deben constituir
aproximadamente 60% de la dieta diaria de cualquier individuo, así se
trate de mujeres embarazadas, niños, deportistas o personas con
diabetes; los carbohidratos se clasifican en:
Simples. Se caracterizan por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
Simples. Se caracterizan por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
¿También azúcar?
Aun en nuestros días hay muchos mitos sobre la alimentación del paciente con diabetes, por ejemplo, que no debe comer pan, frutas ni cereales, pero la realidad es que su dieta debe ser casi tan normal como la que sigue quien no tiene este padecimiento, simplemente cuidando la ingestión de grasas en caso de obesidad, aumentando las cantidades de fibra y, por supuesto, controlando las cantidades de azúcar.Sobre este compuesto es importante aclarar que en su forma más pura contiene porciones de fibra (aportadas por la caña), y se le conoce como mascabado o morena, y su consumo representa doble beneficio al organismo, ya que permite tener mejor digestión y se absorbe en forma lenta, lo cual impide que los niveles de glucosa en sangre se incrementen rápidamente. Cuando este nutriente es sometido a proceso de refinamiento pierde toda la fibra, lo cual le resta sus propiedades digestivas y provoca que pase con mayor rapidez al torrente sanguíneo.
La nutrióloga Sandra Woodruff refiere en su libro Postres para diabéticos que si una persona sana debe limitar su consumo diario de azúcar a 50 gramos, es decir, 12 y media cucharaditas, para quienes padecen diabetes se recomienda la mitad, o sea, seis cucharaditas.
Lo que sugiere la especialista es aprovechar la dulzura natural de los alimentos sin necesidad de azúcar, como las harinas integrales, avenas, germen de trigo, frutas (enteras, en jugo y puré), vainilla, nuez moscada y productos lácteos bajos en grasa.
¿Edulcorantes para pacientes con diabetes?
Existen dos categorías básicas de edulcorantes o sustitutos de azúcar:Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
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El
mito de que las personas con diabetes no pueden comer dulces ni postres
está por venirse abajo, ya que investigaciones recientes señalan que
estos pacientes pueden incluir en su dieta cantidades moderadas de
azúcar y mantener un control adecuado de glucosa en sangre.
Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina (hormona generada por el páncreas), sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
Sobre este compuesto es importante aclarar que en su forma más pura contiene porciones de fibra (aportadas por la caña), y se le conoce como mascabado o morena, y su consumo representa doble beneficio al organismo, ya que permite tener mejor digestión y se absorbe en forma lenta, lo cual impide que los niveles de glucosa en sangre se incrementen rápidamente. Cuando este nutriente es sometido a proceso de refinamiento pierde toda la fibra, lo cual le resta sus propiedades digestivas y provoca que pase con mayor rapidez al torrente sanguíneo.
La nutrióloga Sandra Woodruff refiere en su libro Postres para diabéticos que si una persona sana debe limitar su consumo diario de azúcar a 50 gramos, es decir, 12 y media cucharaditas, para quienes padecen diabetes se recomienda la mitad, o sea, seis cucharaditas.
Lo que sugiere la especialista es aprovechar la dulzura natural de los alimentos sin necesidad de azúcar, como las harinas integrales, avenas, germen de trigo, frutas (enteras, en jugo y puré), vainilla, nuez moscada y productos lácteos bajos en grasa.
Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
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Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina (hormona generada por el páncreas), sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
- Tipo 1. Se presenta en personas en las que la generación de insulina es escasa o nula; la mayoría de los pacientes con esta afección la desarrollan antes de los 30 años de edad.
- Tipo 2. Se origina cuando el páncreas continúa produciendo insulina, pero el organismo crea resistencia a sus efectos; generalmente aparece a partir de la tercera década de vida, y una de las causas principales es la obesidad.
Ahora bien, la glucosa pertenece al grupo de los
carbohidratos, nutrientes que deben estar presentes siempre en el
organismo, ya que además de proveerlo de energía, permiten el "ahorro"
de proteínas para construir y reparar los músculos. Deben constituir
aproximadamente 60% de la dieta diaria de cualquier individuo, así se
trate de mujeres embarazadas, niños, deportistas o personas con
diabetes; los carbohidratos se clasifican en:
Simples. Se caracterizan por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
Simples. Se caracterizan por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
¿También azúcar?
Aun en nuestros días hay muchos mitos sobre la alimentación del paciente con diabetes, por ejemplo, que no debe comer pan, frutas ni cereales, pero la realidad es que su dieta debe ser casi tan normal como la que sigue quien no tiene este padecimiento, simplemente cuidando la ingestión de grasas en caso de obesidad, aumentando las cantidades de fibra y, por supuesto, controlando las cantidades de azúcar.Sobre este compuesto es importante aclarar que en su forma más pura contiene porciones de fibra (aportadas por la caña), y se le conoce como mascabado o morena, y su consumo representa doble beneficio al organismo, ya que permite tener mejor digestión y se absorbe en forma lenta, lo cual impide que los niveles de glucosa en sangre se incrementen rápidamente. Cuando este nutriente es sometido a proceso de refinamiento pierde toda la fibra, lo cual le resta sus propiedades digestivas y provoca que pase con mayor rapidez al torrente sanguíneo.
La nutrióloga Sandra Woodruff refiere en su libro Postres para diabéticos que si una persona sana debe limitar su consumo diario de azúcar a 50 gramos, es decir, 12 y media cucharaditas, para quienes padecen diabetes se recomienda la mitad, o sea, seis cucharaditas.
Lo que sugiere la especialista es aprovechar la dulzura natural de los alimentos sin necesidad de azúcar, como las harinas integrales, avenas, germen de trigo, frutas (enteras, en jugo y puré), vainilla, nuez moscada y productos lácteos bajos en grasa.
¿Edulcorantes para pacientes con diabetes?
Existen dos categorías básicas de edulcorantes o sustitutos de azúcar:Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
- See more at: http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/diabetes/consejos-alimenticios/el-paciente-con-diabetes-si-puede-comer-postres.html#sthash.tI8aTa8O.dpuf
El
mito de que las personas con diabetes no pueden comer dulces ni postres
está por venirse abajo, ya que investigaciones recientes señalan que
estos pacientes pueden incluir en su dieta cantidades moderadas de
azúcar y mantener un control adecuado de glucosa en sangre.
Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina (hormona generada por el páncreas), sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
Sobre este compuesto es importante aclarar que en su forma más pura contiene porciones de fibra (aportadas por la caña), y se le conoce como mascabado o morena, y su consumo representa doble beneficio al organismo, ya que permite tener mejor digestión y se absorbe en forma lenta, lo cual impide que los niveles de glucosa en sangre se incrementen rápidamente. Cuando este nutriente es sometido a proceso de refinamiento pierde toda la fibra, lo cual le resta sus propiedades digestivas y provoca que pase con mayor rapidez al torrente sanguíneo.
La nutrióloga Sandra Woodruff refiere en su libro Postres para diabéticos que si una persona sana debe limitar su consumo diario de azúcar a 50 gramos, es decir, 12 y media cucharaditas, para quienes padecen diabetes se recomienda la mitad, o sea, seis cucharaditas.
Lo que sugiere la especialista es aprovechar la dulzura natural de los alimentos sin necesidad de azúcar, como las harinas integrales, avenas, germen de trigo, frutas (enteras, en jugo y puré), vainilla, nuez moscada y productos lácteos bajos en grasa.
Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
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Científicamente se ha demostrado que desde el inicio de la vida el sabor dulce ocupa el primer lugar dentro de las predilecciones gustativas del ser humano, preferencia de la cual la persona con diabetes no está exenta. No obstante, satisfacer dicho deseo puede acarrearle muchos problemas, sobre todo si lo hace sin medida, pero teniendo ciertos cuidados el antojo puede ser saciado mediante postres y golosinas.
Para explicarnos mejor, recordemos que la diabetes es un síndrome caracterizado por acumulación excesiva de glucosa (azúcar) en la sangre, debido a baja producción de insulina (hormona generada por el páncreas), sustancia que se encarga de transportarla a todo el organismo. Existen dos tipos:
- Tipo 1. Se presenta en personas en las que la generación de insulina es escasa o nula; la mayoría de los pacientes con esta afección la desarrollan antes de los 30 años de edad.
- Tipo 2. Se origina cuando el páncreas continúa produciendo insulina, pero el organismo crea resistencia a sus efectos; generalmente aparece a partir de la tercera década de vida, y una de las causas principales es la obesidad.
Ahora bien, la glucosa pertenece al grupo de los
carbohidratos, nutrientes que deben estar presentes siempre en el
organismo, ya que además de proveerlo de energía, permiten el "ahorro"
de proteínas para construir y reparar los músculos. Deben constituir
aproximadamente 60% de la dieta diaria de cualquier individuo, así se
trate de mujeres embarazadas, niños, deportistas o personas con
diabetes; los carbohidratos se clasifican en:
Simples. Se caracterizan por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
Simples. Se caracterizan por tener sabor dulce, se digieren desde que entran en contacto con la saliva y pasan rápidamente a la sangre, por ello brindan energía de inmediato; se dividen en monosacáridos (por ejemplo, glucosa, fructosa y galactosa, cuyas fuentes principales son la miel, frutas y leche) y disacáridos (sacarosa, maltosa y lactosa, que se encuentran en azúcar de caña, leche, cerveza y mermeladas).
Complejos. Tardan más tiempo en digerirse y, por tanto, su paso a la sangre es lento; no son dulces, y entre ellos se encuentran los oligosacáridos (maltotriosas y dextrinas, contenidas, por ejemplo, en bebidas energéticas para deportistas) y polisacáridos; estos últimos se dividen en feculentos (almidón y féculas, como papas, camote, cereales, pastas, pan y plátano) y fibrosos (llamados celulosa, lignina y pectina, como arroz, tortilla, salvado de trigo y de avena, manzanas y hortalizas verdes, entre otros).
¿También azúcar?
Aun en nuestros días hay muchos mitos sobre la alimentación del paciente con diabetes, por ejemplo, que no debe comer pan, frutas ni cereales, pero la realidad es que su dieta debe ser casi tan normal como la que sigue quien no tiene este padecimiento, simplemente cuidando la ingestión de grasas en caso de obesidad, aumentando las cantidades de fibra y, por supuesto, controlando las cantidades de azúcar.Sobre este compuesto es importante aclarar que en su forma más pura contiene porciones de fibra (aportadas por la caña), y se le conoce como mascabado o morena, y su consumo representa doble beneficio al organismo, ya que permite tener mejor digestión y se absorbe en forma lenta, lo cual impide que los niveles de glucosa en sangre se incrementen rápidamente. Cuando este nutriente es sometido a proceso de refinamiento pierde toda la fibra, lo cual le resta sus propiedades digestivas y provoca que pase con mayor rapidez al torrente sanguíneo.
La nutrióloga Sandra Woodruff refiere en su libro Postres para diabéticos que si una persona sana debe limitar su consumo diario de azúcar a 50 gramos, es decir, 12 y media cucharaditas, para quienes padecen diabetes se recomienda la mitad, o sea, seis cucharaditas.
Lo que sugiere la especialista es aprovechar la dulzura natural de los alimentos sin necesidad de azúcar, como las harinas integrales, avenas, germen de trigo, frutas (enteras, en jugo y puré), vainilla, nuez moscada y productos lácteos bajos en grasa.
¿Edulcorantes para pacientes con diabetes?
Existen dos categorías básicas de edulcorantes o sustitutos de azúcar:Nutritivos. Se les llama así porque aportan calorías y elevan la glucosa en sangre. Incluyen azúcares como sacarosa, dextrosa, lactosa, maltosa, miel, jarabe de maíz, molasas, concentrados de jugos de frutas y polioles (sorbitol, manitol y xilitol).
De los miembros de este grupo es particularmente importante para personas con diabetes la fructosa, ya que eleva la glucosa más lentamente que el resto de azúcares. Se pueden encontrar en el mercado gran variedad productos endulzados con este compuesto y también en forma natural para hornear panes y pasteles o preparar postres que no eleven mucho la glucosa.
No nutritivos. Este grupo no aporta calorías ni sube la glucosa en sangre, siendo los más característicos sacarina, maltodextrinas, aspartame y acesulfame potásico. La FDA (Agencia de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) establece un límite de consumo en aspartame de 25 sobres o 17 latas de refrescos al día, misma medida para la sacarina. Vale la pena destacar que no debe abusarse de estos productos, pues si bien no elevan la glucosa ni generan daños en el organismo, sí incrementan el gusto por el sabor dulce en los alimentos.
A manera de consejo tenga presente al revisar la etiqueta de productos alimenticios que todo aquel ingrediente cuyo nombre termine en osa (sacarosa, glucosa, fructosa, maltosa o lactosa) refiere a un azúcar simple. Si la etiqueta está rotulada en inglés, el equivalente es ose (glucose, fructose, sucrose, etc.).
Es así que los pacientes con diabetes pueden consumir alimentos light es decir, gelatina baja en calorías o bebidas endulzadas con sustitutos de azúcar -como los antes mencionados-, pero no en cantidades excesivas, ya que pueden provocar diarrea. No obstante, consulte a su médico sobre la ingestión de edulcorantes.
Finalmente, para despejar toda duda, los nutriólogos reconocen que alimentos apetitosos, como dulces, galletas y pasteles aportan calorías y no son muy nutritivos, incluso tienen también alto contenido de grasas y colesterol, pero en pequeñas cantidades ayudan a controlar los niveles de glucosa y grasas en sangre y a bajar la tensión arterial, incluso a perder un poco de peso, claro, siempre cuidando los excesos.
- See more at: http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/diabetes/consejos-alimenticios/el-paciente-con-diabetes-si-puede-comer-postres.html#sthash.tI8aTa8O.dpuf
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